La comunicación educativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje
El
proceso de enseñanza-aprendizaje implica la participación de una fuente
poseedora de conocimientos a transmitir (el educador) y otra que tiene como
objetivo asimilar de la mejor forma posible la información suministrada (el
estudiante). Si consideramos la definición más estricta de comunicación: “transmisión de información de un sujeto a otro”,
queda claro que la base para que el proceso de enseñanza-aprendizaje (acto
educativo) se realice adecuadamente, debe existir una comunicación efectiva
entre las partes involucradas.
Al
reconocer que no existe una universalidad en los mecanismos de instrucción, se
hace primordial analizar el proceso de comunicación orientado a la enseñanza;
es decir, el lenguaje educativo.
Si
bien el objetivo primordial de la educación es adaptar a los sujetos a los
productivos-reproductivos de un orden social determinado, existe una vertiente
que aplica la unidireccionalidad en la transmisión de la información;
considerando así a los estudiantes como simples receptáculos de saber. Esta
posición puede resultar peligrosa, ya que al momento de evaluar lo “aprendido”
por los estudiantes, existe la posibilidad de encontrar resultados que indican
una deficiencia en el proceso de comunicación entre el emisor de ideas y los
receptores de las mismas. La siguiente imagen ilustra un caso en el cual puede
resultar evidente una lección, si existen aspectos que distorsionan el proceso
de comunicación, no es posible que se realice una enseñanza efectiva.
Debido
a este inconveniente se ha desarrollado un modelo educativo en el cual la
participación activa del educando es fundamental para el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Dicha participación no se limita a la interacción entre un
estudiante y el facilitador, sino que propicia el dialogo crítico entre
compañeros y la “lluvia de ideas”; en donde el educador tiene la oportunidad de
evaluar el desarrollo conceptual conforme se va desarrollando el cronograma de
actividades establecido. En la siguiente imagen se ilustra el desarrollo de un
tema en el aula, en la cual los estudiantes muestran una actitud activa y
participativa.
Para
lograr la eficaz acción comunicativa,
el educador debe valerse de medios tecnológicos apropiados y asegurar
simultáneamente un medio ambiente que propicie y estimule el aprendizaje en los
estudiantes, prestando especial atención en reducir las barreras que afectan la
comunicación eficaz (atención selectiva, juicios de valor, credibilidad de la
fuente, problemas semánticos, la filtración de información, entre otros
aspectos).
Es
posible destacar aspectos básicos que deben procurar seguirse para obtener una
comunicación educativa eficaz: bidireccionalidad e interacción del proceso
(para que el flujo de los mensajes puedan circular en ambos sentidos y exista
la posibilidad de ser modificados, según la dinámica establecida), moralidad en
la tarea (para no manipular el mensaje) y una postura abierta entre el emisor y
el receptor.
El
que una persona sea excelente profesional y poseedor de una amplia gama de
conocimientos, no implica necesariamente que la misma sea un buen educador; ya
que si carece de las habilidades adecuadas para desarrollar una comunicación
didáctica, la eficacia del proceso de enseñanza-aprendizaje se encuentra
limitado. Sin embargo, no todo está perdido, pues existen una serie de
parámetros generales que caracterizan a la educación didáctica y que con la
práctica continua pueden ser perfeccionadas. Básicamente, los aspectos que el
docente debe dominar se centran en los recursos que él, como facilitador del
aprendizaje, expone permanentemente ante sus alumnos: la voz, control visual,
de movimiento y expresión corporal.
Una
vez el docente haya desarrollado una orientación didáctica en la enseñanza, él
cumplirá con características básicas que le permitirán desarrollar eficazmente
sus actividades: sensibilidad, sentido común, creatividad, laxitud, cultura
tecnológica, ética y moral.
Para
el manejo adecuado del lenguaje educativo, es necesario que el docente
reconozca que su misión es la de optimizar el desarrollo del aprendizaje,
aplicando estrategias y métodos de rigurosidad científica, actuando
permanentemente de forma objetiva. Es de esta forma que logrará cumplir con los
objetivos establecidos para un curso determinado.
El
uso de la Tecnología Educativa, implica la implementación de herramientas
tecnológicas para el desarrollo de la comunicación educativa. Es por ello que
deben tomarse en cuenta al momento de planificar las actividades,
instrucciones, pues representan una variante del Lenguaje Educativo.
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